Monseñor Gerardo Melgar ha tomado este sábado posesión de la Diócesis de Ciudad Real, después de que hace unos meses el papa Francisco le nombrara nuevo obispo en sustitución de Antonio Algora, quien tras cumplir 75 años había presentado su renuncia al Gobierno de esta diócesis.
Melgar, que será el duodécimo obispo ciudadrealeño, se ha hecho cargo de la diócesis tras un sencillo acto celebrado en la catedral «Santa María del Prado», donde se han dado cita una amplia representación de la sociedad civil, política y religiosa de Ciudad Real y de Soria, lugar de procedencia del obispo electo.
El acto, que ha estado presidido por el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, ha contado también con la presencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y los cardenales Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, y el cardenal Antonio María Rouco Varela. Además, algo más de una veintena de arzobispos y obispos, miembros de la Conferencia Episcopal Española, han acompañado a Melgar en su toma de posesión.
Tras acceder a la catedral, el secretario canciller del obispado, Miguel Esparza, ha dado lectura a las letras apostólicas del papa Francisco nombrando a Melgar obispo de Ciudad Real, tras lo cual el nuncio apostólico le ha hecho entrega del báculo como signo de pastor y han sonado en su nombre las campanas de la catedral.
El papa Francisco, en las letras apostólicas enviadas desde Roma, ha alabado el «notable» ejercicio del ministerio episcopal llevado a cabo por Melgar como obispo de Osma-Soria y le ha encomendado la misma misión al frente del Obispado de Ciudad Real, concediéndole, al tiempo, el título de prior de las cuatro órdenes militares reunidas en esta diócesis: Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.
Por su parte, el nuncio del Papa ha expresado a Melgar su ánimo para mantener el talante profundamente evangelizador que le ha distinguido en este tiempo, «acogiendo a las personas para hacer que Dios entre en las almas confiadas». Tras la misma, el nuevo obispo de Ciudad Real ha recibido en el altar el saludo tanto de las autoridades como de aquellos feligreses que han querido también saludarlo.
«Evangelización corresponsable»
Monseñor Gerardo Melgar ha pedido a los «religiosos y laicos» que forman parte de la Iglesia Católica trabajar juntos para llevar adelante una «evangelización corresponsable y de participación, cada uno desde su misión y carisma». En sus primeras palabras, tras tomar posesión de la diócesis, Melgar se ha dirigido a los seminaristas, a los que ha dicho llevar muy dentro de su corazón, para decirles que quiere estar cerca en todo momento, alentando su vocación y su formación.
A las religiosas de vida contemplativa también les ha mandado un mensaje asegurando que cuenta con ellas y con algo tan valioso como es su oración, y a los jóvenes les ha dicho que siempre serán una preocupación prioritaria en sus desvelos de pastor, los mismo que las familias y los enfermos.
Tras saludar a los caballeros de las órdenes militares, autoridades políticas, judiciales, académicas y militares, les ha ofrecido desde este momento «respeto, diálogo y leal colaboración». Melgar ha evocado las palabras de Cristo recordando la necesidad de tener un corazón de niño, para decir que quiere mirar al futuro de forma diáfana y transparente, lejos de «intenciones retorcidas y gestos arrogantes».
«Me presento como vuestro obispo, con la sencillez y transparencia de un niño, con la ilusión de ser entre vosotros padre y pastor que, estando en medio de vosotros, formemos el pueblo santo de Dios y os pueda conocer, amar y cuidar», ha concluido. (fuente ABC).