Ciclo C

Exposición del Santísimo

santisimo1

  • San Pedro Apóstol

  Todos los JUEVES de 19.30 a 20.30

  • Santa María la Mayor

  Todos los DOMINGOS de 19.00 a 19.30

  • Las Mínimas

  Todas las MAÑANAS de 9.30 a 13.00

Acercate a la Oración

jesus 7502413 1280«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».Él les dijo: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos hoy nuestro pan de cada día, perdónanos nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en tentación”»  

Si quieres orar y estar junto a Jesús lo puedes hacer... 

 Todos los VIERNES a las 20:00 horas.

 En la Parroquia de SANTA MARÍA la Mayor.

MEMORIA DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS. DOMINGO 2 de noviembre de 2025. XXXI DEL T. ORDINARIO.

 

Mt 25, 31-46: Lo que hicisteis con uno de estos mis pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis.

 

            El sueño viene cada día a interrumpirse por la acción de un despertador interno o externo. Algo nos dice que debemos activarnos para afrontar nuestras tareas. Si no lo hacemos por nosotros mismos, un buen despertador o una persona cercana se encargarán de ello. En cierto modo, revivimos cada día en la medida en la que volvemos al mundo consciente tras el descanso. Necesitamos el reposo, si bien es un medio para continuar viviendo. Pero, una vez despiertos ¿en qué empleamos nuestra vigilia? Podemos despertar para vivir o para seguir durmiendo. En este último caso, o bien buscamos cómo despertarnos a la vida o nos rendiremos a la muerte.

            Antes de la narración de la pasión del Señor el evangelista Mateo nos habla del juicio definitivo, cuando Jesucristo llegue con gloria con todos sus ángeles. Será el momento de desvelar quién ha estado despierto o quién ha dormido en vida; quién ha vivido viviendo y quién ha vivido muriendo. El modo de discriminar a unos de otros se centra en lo que se hizo por los demás, particularmente por las personas desprotegidas o necesitadas de una ayuda específica por carecer de alimento, bebida, abrigo, casa, salud o libertad.

            El genio cristiano llamó revolucionó la perspectiva de la muerte. De modo contrario a la costumbre, no incineraban a sus difuntos, sino que los inhumaban, como expresión de su esperanza en la resurrección. Cambió el nombre del lugar donde se depositaban los restos de los muertos pasando de llamarse “necrópolis” a “cementerios”, dormitorios, la sala donde se aguardaba en espera de la resurrección. Entre las religiones paganas con las que convivía no existía propiamente vida tras la muerte. Los cristianos, sin embargo, basaban su fe en esta vida, entendiéndola como la existencia verdadera y plena y el periodo de vida en este mundo antes de la muerte. Esto partía de la promesa hecha por Dios; al morir en Cristo se resucitaría también en Cristo. No obstante, no se podía obviar lo anterior: había que vivir en Cristo, esto es, despiertos al Espíritu Santo para tener una vida conforme al mismo Señor. Al identificarse en este evangelio con los pequeños, los que sufren necesidad, proclama una declaración de intenciones: los que atienden a los necesitados lo cuidan a Él y vivirán con Él, los que descuidan estas atenciones lo rechazan a Él y vivirán lejos, en el tormento, en la muerte perpetua. Estos no han actuado en contra de nadie, pero su sueño, su dormir cuando tendrían que velar los ha hecho descuidar sus obligaciones. Han dejado pasar la vida sin vivir realmente, por eso no podrán vivir en plenitud.

Por lo tanto, nuestra esperanza en la resurrección está anclada en el trabajo por la instauración del Reino de los cielos, como miembros del cuerpo de Cristo, en estar despiertos para descubrir a Cristo en nuestra vida y atenderlo allá donde lo veamos.

En esta memoria de todos los difuntos, por una parte, reivindicamos nuestra vida como unión a Cristo y a su presencia en el mundo, para estar despiertos con Él y hallarlo donde nos espera, aquí entre los que necesitan asistencia, allí como el que ha resucitado para que nosotros también resucitemos. Por otra parte, oramos por todos los difuntos, para interceder por ellos, abogando en su favor, en aquellas cosas que las que se durmieron y no atendieron al Espíritu Santo para encontrarse con Cristo y cuidarlo.

El Señor les conceda el descanso eterno y la vida plena.

santo dia letra

lectura dia text

El bon samarit de Pelegri Clave i Roquer web