Ciclo B

Exposición del Santísimo Y Oración

 

Exposición del Santísimo 

En San Pedro Apóstol TODOS LOS JUEVES de 19.30 a 20.30

En Santa María TODOS LOS DOMIGOS de 19.00 a 19.30

En Las Mínimas TODA la mañana de 9.30 a 13.00

 

 

 

 

 

 

DOMINGO XIX DEL T. ORDINARIO (ciclo B). 11 de agosto de 2024

1Re 19,4-8: “¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus fuerzas”.

Sal 33: Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Ef 4,30-5,2: Vivid en el amor como Cristo os amó.

Jn 6,41-51: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

 

Hay que buscarle el sentido al pan. No era necesario como alimento, teniendo otros con los que nutrirse y, sin embargo, ocupó un lugar insustituible en la mesa. Si se pusieron tantos esfuerzos en que llegara al banquete con la siembra, el cultivo, la molienda, el amasado, la cocción… ¿basta con que lo comamos sin más, sin tener en cuenta, al menos con qué fin lo comemos?

            El pan llegó a Elías cuando sus fuerzas estaban completamente agotadas. El éxito con los sacerdotes y seguidores de Baal no le alimentó. Cumplió lo que el Señor le había pedido con un triunfo arrollador sobre el falso dios y sus secuaces, pero tuvo que salir huyendo para no ser asesinado por el rey y cayó exhausto. Entonces Dios le envió pan para cumplir con una nueva misión y culminar así su oficio de profeta. Tenía que atravesar el país de norte a sur y el camino era superior a sus fuerzas. Comió el ese pan inesperado que estaba unido a una tarea encomendada por el Señor. El pan le supo a perseverancia, a energías renovadas, a cumplimiento de la voluntad de Dios. Tenía más sentido vivir que morir, porque Dios se lo pedía, un esfuerzo añadido a los muchos que ya había hecho; así es que comió. Aquel pan tenía un sentido.

            No quería el Maestro que quienes habían participado del banquete de la multiplicación dejasen al pan tomado sin sentido. El pan recibido milagrosamente y comido tenía que suscitar preguntas. El mismo Señor Jesús se presenta como pan que interroga a quienes lo siguen, aunque estos se quedan el preguntas y respuestas con prejuicios que les impiden ir más allá.

            Entre los que gestionan el pan, los hay que quieren ejercer su dominio acumulando pan para sí y para los suyos, a costa de que otros se queden a medias o sin nada de pan. Otros facilitan muchas clases de pan para mantenerse en el poder, mientras apagan la reflexión sobre el sentido de aquello que se les da sin esfuerzo. Ambas formas de gestión tienen su sentido, que no busca el bien de la persona, sino el beneficio exclusivo propio de quien tiene en su poder el pan. Jesucristo se ofrece como pan de vida. Este pan quiere lo mejor para cada persona y la lleva hacia el sentido de una plenitud que salta esta vida hacia la eterna. El pan proclama la resurrección y comerlo es comer al Resucitado para comenzar ya a resucitar.

            Se esforzaba Jesús en que sus discípulos entendiesen, pero estos no querían encontrarle el sentido que se les estaba mostrando. Cada Eucaristía, con pan de Palabra y comunión, revela la necesidad de vida plena y ofrece su fuente en el alimento que nos da Jesucristo. Cada celebración es una actualización del sentido de su vida, como entrega obediente al Padre con la misión de salvarnos, para que nosotros también nos unamos a esa historia del amor de Dios manifestada en Cristo Jesús. Todo pan que tomemos, toda actividad ha de integrarse en ese sentido total y vibrar, tomando su cuerpo, su carne, con la fuerza de la resurrección que el destino último y primero de cuanto somos. 

Programación Pastoral 2021-2022