Ciclo A

Exposición del Santísimo Y Oración

 

Exposición del Santísimo 

En San Pedro Apóstol TODOS LOS JUEVES de 19.30 a 20.30

En Santa María TODOS LOS DOMIGOS de 19.00 a 19.30

En Las Mínimas TODA la mañana de 9.30 a 13.00

 

 

 

 

 

 

DOMINGO II DEL T. ORDINARIO (ciclo A). Jornada de la Infancia Misionera. 15 de enero de 2023

Is 49,3.5-6: Te hago luz de las naciones.

Sal 39: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

1Co 1,1-3: llamado a ser apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios.

Jn 1,29-34: Ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

 

Eso de hacer lo que nos dé “la real gana”, tiene sin duda un potente atractivo, especialmente cuando es uno mismo el que se lo propone. Parece ser la expresión más transparente y extensa de la libertad, pronunciado de modo llano y claro. Aun con poca experiencia de vida, las restricciones a esta gana real son numerosas, comenzando por las propias limitaciones personales, las personas con las que tenemos que convivir o hacia las que tenemos responsabilidades, el respeto a la “real gana” del otro.

            Todavía con más importancia, merece la pena analizar la expresión y lo que quiere transmitir. En primer lugar, ¿de dónde nos vienen las ganas? Si lo identificamos con las apetencias, harían alusión a lo que en determinados momentos está pidiendo nuestro organismo, nuestra piscología o nuestro corazón y que pretende satisfacer unas carencias (que pueden existir realmente o ser construcción propia, como necesidades que, de primeras, no existen en nosotros). Hay ganas, que nos guste más o menos, tenemos que abordar para sobrevivir. Por eso, en un sentido más global, la expresión parece reflejar más bien el deseo de autenticidad, de libertad, de desarrollo personal, de manifestación de la riqueza interna.

            La Palabra de Dios ilumina este propósito, del que todos participamos con el deseo de libertad. El profeta Isaías nos habla de vocación, como llamada de Dios previa a la real gana de cada cual. La soberana gana de Dios precede a la nuestra real gana y nos da la referencia para adecuar nuestras preferencias a su voluntad. Esto puede llevar a conflicto entre lo que nos apetece o tenemos proyectado y lo que el Señor quiere de nosotros, por lo que la confianza en Dios es importantísima para fiarse de Él y buscar lo que pide, más allá de nuestras propias ganas, que pueden coincidir o no con su voluntad. Lo que dice el profeta, que en principio parecía hablar de sí mismo, lo está diciendo del Mesías, el que, más allá de sus propias ganas, quiso cumplir en todo la voluntad del Padre para el bien de todos.

             Dios nos escucha, dice el salmo; escucha nuestras preocupaciones y agobio, y nos da palabras de alabanza a Dios. La certeza de que Dios escucha nuestras cosas provoca en nosotros su glorificación y nos abre el oído para buscar su voluntad. Para que lo que Él quiere se convierta en nuestro querer.

            El oído de Juan está atento al Padre, que le pidió preparar el camino para Jesús. Atento al que llega, lo reconoce como el cordero de Dios, el que con su vida va a traer el perdón de los pecados. Saber escuchar nuestras ganas no debe impedir el aprendizaje para aprender a escuchar a Dios y su voluntad. Ambas cosas se pueden conciliar para adecuar lo que queremos a lo que Él quiere de nosotros. A Juan le pidió anticipar la llegada del Mesías, a Jesús que entregara su vida por amor, a nosotros que observemos y escuchemos a Jesús, para reconocer en Él a Dios y lo que Dios quiere para nosotros y de nosotros. En el bautismo del Maestro hemos visto, con Juan, cómo el Espíritu ha descendido sobre Él y ese mismo Espíritu ha descendido sobre nosotros para capacitarnos para escuchar a Dios, seguir a Jesús y cumplir su voluntad.

            Y la voluntad de Dios es que todos lo conozcan, para lo cual nos ha hecho mensajeros de su nombre. Al celebrar la jornada de la Infancia misionera, recordamos este oficio de transmisores de su Palabra para aprender su voluntad ya entre los más pequeños. Para que ningún niño quede sin este tesoro, para que todo niño cristiano sea consciente de la misión que Dios le encomienda. Para que las ganas de Dios se tengan muy en cuenta y crezcamos haciendo que hacer nuestra real gana sea cumplir con lo que Dios quiere de nosotros. 

Programación Pastoral 2021-2022