Ciclo B

Exposición del Santísimo Y Oración

 

Exposición del Santísimo 

En San Pedro Apóstol TODOS LOS JUEVES de 19.30 a 20.30

En Santa María TODOS LOS DOMIGOS de 19.00 a 19.30

En Las Mínimas TODA la mañana de 9.30 a 13.00

 

 

 

 

 

 

DOMINGO VI DE PASCUA (ciclo B). 5 de mayo de 2024

Reflexión en torno a las lecturas del Domingo VI de Pascua (ciclo B). 5 de mayo de 2024

 

Jn 15,9-17: “Como el padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor”.

 

El Maestro les ha enseñado a sus discípulos lo más importante, lo más decisivo: cuánto se aman el Padre y el Hijo. Como el amigo invita a sus amigos a su casa, Jesús nos invita a nosotros a participar de lo que se produce en su familia. Por eso los llama amigos, porque les ha enseñado lo fundamental y los hace partícipes de lo que se produce en la familia divina.

            Los buenos maestros no dan por sabidas materias sin tener la seguridad de que sus alumnos han asimilado bien los contenidos. La pedagogía requiere andar paso a paso y no atiborrar con informaciones excesivas; cuando la materia es densa, inmensa, mejor ir por partes, tanto más si abarca toda la vida. También es cierto que muchas veces se estudia más bien para aprobar, pero esos contenidos que un día se aprenden y otros se olvidan apenas dejan huella. Si la asignatura es completamente necesaria, no aprender bien será, no un descuido, sino una tragedia. También las lecciones más decisivas suelen ser las más costosas de aprender. San Juan de la Cruz hablaba de un examen crucial cuando se acabe nuestra vida: “Esta tarde te examinarán del amor” (San Juan de la Cruz). Es el amor el aprendizaje absoluto, imprescindible: quien no haya aprendido a amar no habrá hecho nada significativo en su vida.

            El aprendizaje en el amor ha de ser continuo y no es suficiente la teoría. O se practica, o no se aprende; o se practica mucho y se vuelve a practicar una y otra vez, o no se asimilará realmente su contenido.

            Cristo no hizo otra cosa que amar y esto manifestado de muchos modos: en su predicación, en sus comidas, con sus milagros, en su enseñanza a sus discípulos, en los diálogos con personas en solitario, en su entrega en la Cruz, en su resurrección, cuando el envío del Espíritu Santo, cuando el envío a la misión de sus discípulos.

Las lecturas de la liturgia de este domingo nos hablan del amor en varias lecciones. Lección primera: con el envío del Espíritu al pagano Cornelio y su familia no está diciendo que Dios ama a todos y prepara la felicidad eterna para todos. Lección segunda: Dios es amor y Jesucristo nos lo enseña, mostrándonos cuánto se aman Él y el Padre en el Espíritu. Tercera lección: Amor invita amar. El mira de Dios, que es amar, mueve a que nosotros también nos amemos los unos a los otros. Es la condición del amigo, del que ha sido invitado al interior de la casa familiar de la Trinidad para contemplar cuánto se aman el Padre y el Hijo.

Mirando este amor de Dios, ¿Cómo no verse empujado también a amarlo a Él, amar lo que Él ama, amar en todo momento e incluso cuando menos motivos parezca que tenemos para hacerlo; con las personas que se nos antojen menos dignas de amor. El amor ejercita la paciencia, la comprensión, la servicialidad, no lleva cuentas del mal. Siempre seremos aprendices en materia, pero podremos serlo aventajados si hacemos lo posible para aprender del Maestro y hacemos la tarea que nos pide para aprender realmente el arte de amar.  

Programación Pastoral 2021-2022