Camino a Santiago por grupo de jóvenes 2024

 Un grupo de Jóvenes de las parroquias de Daimiel han participado en el Camino a Santiago de Compostela de la Delegación de Jóvenes de Ciudad Real.  Que haya sido un encuentro para crecer en amistad con Cristo

D. José Navarro Chaparro

Don José Navarro Chaparro Falleció en el dia de ayer D.E. P.

Natural de Alhambra, donde nació en 1927, el sacerdote creció en Carrizosa, e ingresó al Seminario de Ciudad Real en 1940, estudiando en los últimos años de su formación en Salamanca.

En 1950 fue ordenado sacerdote en Salamanca y enviado a Fuente el Fresno como coadjutor, hasta 1954. En este año se le encomendó ser prefecto de disciplina en el Seminario, así como profesor de Latín y Griego, labores que ejerció hasta el año 1956. Entre 1956 y 1963 fue coadjutor de la parroquia de Santa María de Daimiel, y entre 1962 y 1963 capellán de la Granja Escuela. De 1963 a 1970 fue capellán de emigrantes en Alemania, regresando a España en 1970 como cura ecónomo de Puerto Lápice y, hasta 1977, como delegado diocesano del Apostolado de la Carretera. En 1984 se le nombró párroco de Puerto Lápice, cargo que ejerció hasta 1987, cuando pasó a ser párroco de San Pedro de Daimiel y, desde 1992, administrador parroquial, quedando en 1998 como jubilado y adscrito a esta parroquia.

Funeral en San Pedro

DOMINGO XV DEL T. ORDINARIO (ciclo B). 14 de julio de 2024

Am 7,12-15: El Señor me sacó de junto al rebaño… “Ve y profetiza a mi pueblo”.

Sal 84: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

Ef 1,3-14: Nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Mc 6,7-13: Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos. 

               ¿Qué sería de los pueblos sin los comerciantes o sus proveedores? Les sobrevendría irremediablemente una muerte total, en muchos sentidos. La subsistencia y el crecimiento de una población depende de quienes pueden aportarle y llegan de fuera con sus mercancías, también de lo que el lugar puede ofrecer de lo suyo y que llegue a otros sitios.  

Cuanta más compleja era una sociedad, más necesidad tenía de vendedores y compradores de muchas clases, con muchos productos. Qué bullicio los días de mercado, qué alegría. La llegada de los comerciantes se vivía como un verdadero acontecimiento y como indicativo de que el pueblo estaba vivo. La atención se cernería sobre todo en aquellos que viesen por primera vez: ¿Qué traerían? ¿Qué nuevos productos iban a ofrecerles?

¿Qué pensarían, pues, a ver llegar a esos forasteros enviados por Jesús a su pueblo, en la Galilea rural, de dos en dos y sin una mercancía visible? Al constatar que iban de vacío podían despertarse sospechas e inquietudes. Tampoco serían ajenos a las visitas de charlatanes.

Por otra parte, ¿cómo llegaría ese sexteto de parejas de discípulos a cada pueblo? ¿Habría miedo, nervios, tensión, gozo…? Quizás pudieron sentirse un tanto desamparados, sin una mercancía material que poder ofrecer.

Para tener en cuenta:

1. No iban por su propia iniciativa ni buscando beneficio alguno, sino porque su Maestro se lo dijo, y al Maestro el Padre del cielo. Con lo cual, lo que hacen es una misión, un envío.
2. El Señor les da instrucciones sobre lo que tienen que llevar y lo que no; sobre cómo proceder con el hospedaje e incluso lo que han de hacer si no les reciben, pero nada del contenido y motivo de su visita.
3. Marcos desvela que predicaban la conversión, es decir, que hay un Dios Padre que ama y perdona, y que quiere que su pueblo sea consciente de su amor, para lo cual también ha de reconocer su pecado y esforzarse para ser obediente. En realidad, la materia de su mensaje es lo que ellos viven con su Maestro y lo que escuchan de Él.
4. Como acreditación de ello expulsaban demonios y curaban enfermos. Visibilizaban una realidad opuesta al mal y de salud.

Ofrecían, por tanto, lo que ellos mismos vivían y experimentaban con su Maestro, la presencia de Dios con nosotros, el mejor de los productos, el género de mayor calidad para la vida eterna, para la salvación. ¿Quién podrá negarse a recibir tanto bueno? ¿Quién podrá rechazar la invitación del Señor a participar de esta misión? Así quedaban enriquecidos quienes ofrecían y quienes recibían, con el contagioso don de querer compartir con otros, también quien acaba de recibir. 

Hospitalidad de Lourdes Diocesana de Ciudad Real y Daimiel

El pasado jueves, se iniciaba la XLV Peregrinación Diocesana con enfermos a Lourdes. Cerca de 350 personas de toda la provincia, entre enfermos, hospitalarios y peregrino, emprendían un largo viaje y lo hacían acompañados de nuestro Obispo Don Gerardo, dos seminaristas y ocho sacerdotes de la diócesis. De Daimiel han sido 43 personas las que se unían a esta peregrinación para pasar unos días a los pies de la Virgen, participando de los actos programados desde la Hospitalidad y en comunión con otras diócesis de todo el mundo. una auténtica experiencia que nutre y fortalece nuestra fe.